El periodismo en México está viviendo una fuerte crisis de violencia, persecución, censura y asesinato desde el año 2000. Según medios internacionales, 102 periodistas han muerto a manos del crimen organizado y el narcotráfico, en la última década.
Se considera que cada mes muere un periodista por cumplir con su trabajo, por esta razón México es catalogado como el país más peligroso para ejercer esta profesión en toda Latinoamérica. De hecho, en el 2009 murieron más periodistas enMéxico que en Somalia o Pakistán.
Esta situación preocupa sobremanera a Reporteros sin Fronteras, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el Instituto Internacional de la Prensa. Lo peor es que quienes son asesinados fueron torturados antes, y sus restos se convierten en instrumento de amenaza y presión para sus colegas.
Esta guerra entre el desarmado periodismo y la poderosísima artillería narco-mafiosa desemboca en el terror, el silencio y la sangre, convirtiendo al país norteamericano en cementerio de valores como la transparencia, la libertad de expresión, la ética profesional y la búsqueda de la verdad.
Qué lamentable que Manú Dornbierer tuviera razón cuando escribió: “Los periodistas mueren de noche”, se decía Gil Duarte al regresar cansado, profundamente lastimado, del sepelio de Rolando Gual, su amigo y colaborador. ... Una ráfaga de metralleta tumbó a Gil Duarte, quien cayó de bruces en el canto de la pared del panteón. A unos pasos, alguien había escrito con gruesa pintura negra: GOBIERNO ASESINO.
Un gobierno que quizá no sea culpable por acción, pero sí por omisión. Es hora de tomar verdaderas cartas en el asunto, ¿no cree don Felipe?
La fotografía fue tomada del sitio de El Ciudadano, Chile.
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